¡El Sonora CC ha llegado para quedarse!
El Sonora CC ha llegado para quedarse, y es que la gente ha salido la mar de contenta después de asistir a su primera edición que tuvo lugar el pasado fin de semana en Cáceres.
Con artistas tan grandes como Love of Lesbian, Izal o Miss Caffeína, arrancaba esta primera toma de contacto con los cacereños y los asistentes de los alrededores. El primer día se abría el festival con las actuaciones de grupos locales como Pares Sueltos, para dar luego paso a un dulce y adorable Carlos Sadness, que como ya viene siendo habitual, hizo bailar, cantar y saltar a todos los festivaleros. Con su melena larga, su camisa de piñas y su ukelele, hizo que disfrutáramos del atardecer cacereño a ritmo de la mejor música, a ritmo de temas como “Qué electricidad”, “Miss Honolulu” o “Bikini”. Después de Sadness, fueron Alberto Jiménez de Miss Caffeína y los suyos los que nos hicieron levantar, arrancando el concierto con “Venimos”, de su segundo disco “De polvo y flores”, y presentándonos algunos temas de “Detroit” como “Oh sana”, “Lobos” o el himno del verano: “Mira cómo vuelo”, que sí que nos hizo flotar, bailar y volar felices, rendidos ante los que estaban encima del escenario. Y es que Alberto y los suyos tienen algo mágico, aparte de sus looks, su decorado y sus letras, transmiten una energía increíble que traspasan a todos los que les vemos y escuchamos.
Fue más tarde el turno de L.A The Band, que hicieron emocionarse a la gente con sus himnos en inglés y sus juegos de luces de tonos fríos, y también el turno de Elefantes, que esta vez jugaba con luces cálidas y otros muchos himnos que todos cantábamos y coreábamos como “que todo el mundo sepa que te quiero”, lo que nos hizo ponernos pastelosos. Al escenario se subió a acompañarles un Santi Balmes que ya estaba dispuesto a salir minutos después con sus lesbianos para emocionarnos más si cabía; y salieron, y nos hicieron de nuevo volar, saltar, flotar, disfrutar, cantar y quedarnos lo más extasiados posibles, con sus nuevas canciones de “El poeta Halley” y con otras legendarias como 1999 o Belice.
Después de la actuación más mágica de la noche, la de los lesbianos, se subían a transmitir su buen rollo LA M.O.D.A, otra de las actuaciones mejores valoradas y que hacía mucha falta para levantar de ánimos esa noche tan cálida y hacernos entrar aún más en calor para la jornada del día siguiente. Cerraron esta primera jornada del Sonora CC los sonidos electrónicos de otros grupos como Cycle y los temas electrónicos más frescos del momento. Todo esto para dar paso a un segundo día cargado también de emociones, de grandes grupos, de sol abrasador, de cerveza fresquita y de la mejor música posible.
La segunda jornada del Sonora se abría con Bloomington, el grupo cacereño de los 90 que nos encandiló con sus temas en español y que nos mostró esa otra cara del indie más auténtico. Después de los cacereños, otros paisanos suyos, La Bruja Roja, que hicieron del Sonora un festival más ecléctico aún, aportando su música de rock duro cantando temas propios y de otros grandes como Extremoduro. Tras estos, los jóvenes Belize nos enseñaron que la música no entiende de edades, y también nos hicieron saltar y cantar.
El sol se iba poniendo y la noche empezaba a prometer con actuaciones como las de Neuman, muy queridos entre todos los amantes del indie y los muy esperados Second, que quedaron muy a la altura presentando su disco “Viaje iniciático” y abriendo su concierto con “Primera vez”, haciendo saltar a la gente como hasta entonces no se había saltado en el suelo del Recinto Hípico cacereño. Siguieron con temas más antiguos como 2502 y Las Serpientes, y cerraron una actuación apoteósica y exquisita con “Rincón exquisito”. Los murcianos dieron paso a otro gran grupo del indie como son La Habitación Roja, esperados por sus fans desde la primera fila, y que tocaron temas tan auténticos como “Ayer” o uno de los himnos más románticos, “Indestructibles”, coreado por todos los festivaleros.
Pero la noche no acababa, y es que pasadas las doce y media de la noche, el letrero de “Copacabana” se iluminaba para dar paso a los tan esperadísimos Izal, uno de los cabezas de cartel de este festival. Cantaron su himno que da nombre a este último disco y se sucedieron con temas como “Qué bien”, “Arte Moderno”, “Palos de ciego” y otros muchos de sus tres discos. Pero las sorpresas siempre llegan al final, y en los conciertos festivaleros de Izal, los finales se cierran con “el puto baile” –así es como llama Mikel a la canción “El Baile-. Y cerraron su concierto a lo grande, con Mikel entre el público y con su famosa lluvia de confeti además de los miles de asistentes gritando “a los locos nos verán bailando”; y sí, durante este festival nos han visto bailando y disfrutando, tanto que después de Izal aún teníamos ganas de más y cerramos a lo grande con el buen rollo de “Los niños de los ojos rojos” y música actual aunque de otro “rollo”; lo propio para cerrar dos días de festival imparable y casi sin descanso.
Y es que el Sonora ha calado en los cacereños y en todos los que han venido de otros lugares; ha sido un festival querido que quiere quedarse, que quiere hacer cosas grandes. Y nosotros estaremos allí el próximo año para contaros todo, todo.