[Crónica de Festivales] VIÑAROCK 2024
«El Viña» completa airoso la 27ª edición y se vuelve a consolidar como uno de los festivales más emblemáticos del rock nacional e internacional. Sus más de 240.000 espectadores lo afianzan en los cuatro días que duró el festival, a pesar de ser, para nosotras, una de las ediciones más flojas en cuanto a cartel artístico-musical.
El jueves día 2 de mayo, tomábamos rumbo a Villarrobledo con cámaras cargadas y sobre todo actitud, para disfrutar un año más de uno de nuestros festivales favoritos. Teníamos claro que este año queríamos ver grupos que no habíamos podido ver en directo todavía, y a la vez, deseábamos repetir con muchos de ellos ya que son fieles año tras año.
Entre los grupos y bandas nuevas que veríamos por primera vez se encontraban Lia Kali, Vuelo Fidji, así como Sara Socas. Entre los de siempre sin duda alguna Miguel Campello, Morodo, Green Valley, La Fuga, Lágrimas de Sangre, Boikot, el Canijo de Jerez, y como gira de despedida no podíamos perdernos a ZOO y a Mafalda.
Si os decimos la verdad, con estos dos últimos se nos encogió el pecho al vivir su concierto.
Esos momentos de ver a ambas bandas, que han formado parte del festival durante tantas ediciones, y que sin duda alguna, más hacen brillar y botar a los asistentes, una mezcla de sensaciones y emociones recorren todo nuestro cuerpo. ZOO y Mafalda pusieron la nostalgia viva, de saber que íbamos y que estábamos viviendo un momento único que jamás se repetirá.
«ZOO y Mafalda pusieron la nostalgia viva, de saber que íbamos y que estábamos viviendo un momento único que jamás se repetirá.«
Más de 80 artistas han actuado en alguno de los siete escenarios en los que se ha podido disfrutar de música rock, mestizaje, metal, rap, reggae y dub entre otros. Esta edición además ha contado con numerosas actividades paralelas a la música, como han sido torneos de basket, rampas de skate, además de animación de fuego, zancudos que animaban a todo el público del recinto exterior e interior sorpresivamente
Para nosotras uno de los grandes descubrimientos musicales de 2023 fue Lia Kali, estábamos deseando verla en vivo y en directo. Sin duda alguna, su live fue uno de los más destacados conciertos vividos en todo Viñarock.
A parte de su preciosa voz, su mensaje entre canción y canción fue valiente, directo. Seguramente muchos de los allí presentes salieron poderosos y con un gran chute de energía. Abogó por la importancia de la salud mental, además de la incesante seguridad en una misma y en sus sueños. El deber de realizarlos obviando lo que digan u opinen los demás, es así como se cumplen. Varias veces expresó que todo su público le había cambiado la vida, que ahora podía vivir de su pasión, que es la Música y sus canciones.
«Contra todo pronóstico» es su primer álbum, el cual defendió como una leona, y todos sus cachorros allí presentes corearon a una. Se podía palpar la emoción del público, con lágrimas en los ojos muchas cantaron sin pestañear sus temas.
También escuchamos a Fernandito Costa en su tema conjunto, en honor a la música.
La Fuga no falló, es un clásico, quien nacimos en los 80´s y 90´s crecimos con todos sus temas y agradecimos su concierto inmejorable. Chambao puso la nota de emoción en el escenario Babilonia, ese toque mestizo con aires del sur, brindó un atardecer espectacular y muy emotivo.
El escenario Babilonia se llenó de rastas y buena vibra con Morodo. Interpretó tanto clásicos como sus últimas canciones y vivimos un «peculiar» momento, cuando en un «lapsus?» coreó… «Buenas noches ROTOTOM». La cara de sus músicos y de todos los asistentes fue peculiar, poniendo el toque de humor al concierto desde el momento uno. Es normal que tras tantos concierto o la esencia le evocara a eso, no se lo tendremos en cuenta.
El viernes comenzó bonito y agridulce, y es que ya sabíamos que Mafalda, un clásico del viña, se despide de los escenarios.
Temas como En Guerra, reivindicativos a más no poder, sonaron, y se han convertido en himno de muchos pero sobre todo de «viña».
El Canijo de Jerez desprendió alegría, buenrrollismo, y un sin fin de bailes entre todos los presentes. Además de sus propios temas no olvidó sus orígenes y Los Delincuentes estuvieron más presentes que nunca en el festival.
Cambiamos de tercio rápidamente y fuimos a los Lendakaris Muertos. El cielo se tiño del color rojo de las bengalas, de pogos y puños al aire. Todas las canciones se cantaron a coro por parte de los presentes. La rabia y la garra se impregnó, en el grupo de las ojeras.
Green Valley como siempre en su escenario Babilonia derrochó ese reggae style, unido de abrazos y danzas por parte de todos los viñarockeros alternativos.
Llegó el turno de ZOO, y cabe decir que íbamos con el estómago encogido. Sin duda esa era la sensación común, además de ser conscientes de vivir algo único y especial, que formaría siempre parte de la historia de Viñarock y del grupo.
Se notó el paso de los valencianos y es que no dieron tregua a la noche, el cielo se iluminaba cada minuto con fuegos artificiales, bengalas, fueguitos y todo el material pirotécnico posiblemente procedente de su tierra, la comunidad valenciana.
El sábado y último día «madrugamos», como aquel que dice. Estuvimos recién abierto el festival para vivir todos los planes alternativos a la música que el festival nos brindaba. Cancha de baloncesto, títeres, puestos de degustación de vino y casetas de protectoras de animales.
Comenzamos con el concierto de Vuelo Fidji, a pesar de tener tan solo media hora de show, los de Villarrobledo lo dieron absolutamente todo sobre el escenario y cabe decir, que fue sin duda uno de los mejores conciertos vividos allí. Derrocharon emoción, sensibilidad, además pocas veces ya, se nos eriza la piel. Son muchos años de conciertos y de festivales, y como aquel que dice, hemos vivido muchísimas cosas. Pero Toño no se lo pensó dos veces, bajó del escenario.
Vivimos una petición de mano en directo y es que Sara Socas, puso el broche de garra con su rap y freestyle, además que dio un espacio para el amor. De una forma única y original llamó a batirse con ella en una pseudo-batalla de gallos, subiendo al escenario a dos chicas. Todo estaba planeado, y esa «batalla» sería la revelación de una pedida de mano bien bonita.
Seguidamente no faltamos a nuestro «bicho». Miguel Campello bajo el sol, puso el flamenco y las coplas sobre el escenario Negrita del viñarock. Aires del sur que palpitaban en todos los presentes, iniciando su «locura» con el resto de temas ya en solitario.
Entre concierto y concierto disfrutamos como bien os comentamos, de actividades paralelas, como los titiriteros y zancudos, los cuales con atuendos alternativos recorrían todo el recinto del festival, mostrándonos su arte más callejero.
No faltamos a la Pegatina, su Maricarmen, Como pez en el mar, Olivia, entre otros tantos éxitos fueron cantados por todos los asistentes y entre luces, confetti y pogos, vivimos unas casi dos horas de adrenalina sin cesar.
Fyahboy llenó una edición más el escenario Babilonia, que abriéndonos paso entre todos los presentes pudimos disfrutar como niñas de su dancehall.
Un año más, Viñarock se renueva, y es que ya cuenta cuenta con la nueva tecnología cashless, la comodidad de este servicio, que habilita compras tanto en bebida como en restauración nos hizo la vida más fácil a todos los presentes. También destacamos medidas para apoyar la inclusión de personas con problemas de audición. Este año cabe destacar la comodidad de recibir las pulseras a domicilio, mejorando así el sistema de accesos.
Se ha continuado desarrollando y mejorando la zona de «merchan», siendo un gran atractivo y tienda gigante con más de 100 modelos de camisetas/sudaderas/gorras/pins varios… Su personal fue maravilloso y nos trató genial.
Ahora nos encontramos en la depresión post-viña, y contando ya los días para la próxima edición 28. Esta tendrá lugar del 1 al 3 de mayo de 2025.
Los abonos para poder vivir Viña Rock 2025 saldrán a la venta el próximo 6 de mayo a las 12h. solo para los asistentes de Viña Rock 2024.
¡ Allí nos veremos ! :)
*Próximamente galaría completa ;)