El Último Calambre de Nathy Peluso: una demostración de destreza física, oído musical y una cátedra de cómo cuidar al público
Con un maillot de ballet y un juego de luces que dibujaba su silueta, como si del aterrizaje de una nave espacial se tratase, así pisó Nathy Peluso el escenario del Wizink Center para despedir su gira con “El último Calambre”.
Toda una declaración de intenciones para quienes esperábamos a la argentina que desde el principio nos advirtió “Esta noche me lo voy a disfrutar demasiado y espero que ustedes también”. Nos abdujo con su energía, con su destreza a la hora de llevarnos desde el el Hip Hop al bolero, pasando por la bachata, el rap, la salsa, el reggaeton y la electrónica.
«Nos abdujo con su energía, con su destreza a la hora de llevarnos desde el el Hip Hop al bolero, pasando por la bachata, el rap, la salsa, el reggaeton y la electrónica.»
La Peluso es bailarina y no reniega de ello, por el contrario, lo explota inteligentemente, lo incorpora a su espectáculo para añadirle valor.
Sabe interactuar con su público, no sólo regaló rosas a sus espectadores (de la manera más sexy que os podáis imaginar), se hizo selfies, dio besos, abrazos, compartió su micrófono, firmó autógrafos, brindó con un chupito de ron y mostró en repetidas ocasiones su agradecimiento y deseos de hacerlo bien para cumplir las expectativas de su gente.
¿Disfrutamos? Sin duda, ¡la Mafiosa cumplió!
¿Le entendimos? Ni una sola palabra.
«Pese a que no hubo sold out, el balance es muy positivo, sin duda repetiríamos, hay Nathy para rato, pocos artistas actuales pueden hacer lo que ella, sino decidme quien más podría saltar la comba en medio de su show y seguir cantando sin que se le mueva ni un pelo. ¡Diosa!»
Nathy cerró su tour haciendo versiones de todos sus temas. Es una demostración de buen gusto y trabajo duro, pero fue difícil para nosotros como público seguirla y cantar con ella a grito herido las canciones que tanto nos gustan, porque no sólo eran melódicamente diferentes a las que conocíamos, es que los problemas de dicción de la cantante emborronaron el gran trabajo que había detrás.
Aunque al ser cierre de gira echamos de menos alguna colaboración y pese a que no hubo sold out, el balance es muy positivo, sin duda repetiríamos, hay Nathy para rato, pocos artistas actuales pueden hacer lo que ella, sino decidme quien más podría saltar la comba en medio de su show y seguir cantando sin que se le mueva ni un pelo. ¡Diosa!
El Wizink la próxima vez seguramente estará lleno a reventar y sus fans seguiremos esperando que nos vuelva a dejar con la boca abierta, porque amamos a Nathy y como ella bien lo dijo “si hay algo que nos une es el amor”.
- Crónica: Nabila RC
- Fotografías: Carmenzita Ortega (@La_nietadecarmen)