Si Sevilla cuenta con sus tres monumentos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO,
ahora yo, además, puedo decir que cuenta con un pequeño gran festival.
Tras desaparecer el Territorios Festival de esta ciudad en 2015 con su última edición, el año pasado vino a ocupar su lugar el Interestelar Sevilla. Fue una edición pasada por agua, pero eso no se repitió este año durante los días 19 y 20 de Mayo, cambio de fecha y un sol de vértigo.
La ubicación, la misma que el antiguo Territorios, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo junto al río Guadalquivir. Por ello decía lo de un pequeño gran festival, la ubicación ya cuenta con parte de esa magia interestelar y la buena organización hace que sea cómodo, rápido en cambios de escenarios y que los viajes a la barra, a comer o al wc, no te lleven más de una canción. Eso sí, quizá se echó en falta alguna que otra sombra más… en nuestras frentes podíamos ver reflejados a quien teníamos delante.
La apertura del viernes fue rápida, pulsera en mano a 5 minutos de cola y a dos pasos ya estabas pisando césped. Comenzábamos a las cuatro de la tarde con Toulouse. He de decir que llegué cuando de fondo se escuchaban esas guitarras cargadas de potencial del bueno de Viva Suecia, y ahí el sol ya no importa.
Continuamos con Depedro, esa elegancia me pierde, eso y sus ritmos y melodías… aquí tuve que hacer viajes desde la sombra de los toldos de Desperados al sol del escenario.Sólo diré que ojalá y tengamos a Jairo Zavala para rato.
Delafé fue el siguiente en sudar la camiseta, nunca mejor dicho y hasta que se la quitó, en el escenario Negrita. Sin flores azules, pero bailamos igual a ritmos de mezclas y de sus temas más míticos.
Bajamos un poco la intensidad, pero solo a ratitos, con los temas de Neuman, dejándonos con más y más ganas de conocer su próximo álbum que verá la luz este mes de Junio. Aquí tuve que hacer una de malabares para dirigirme corriendo al tercer escenario, más alejado de los dos principales y que se dejaba solapar entre ellos.
Por fin pude escuchar un directo de Mechanismo, y no me decepcionaron en absoluto, todo lo contrario. En serio, una maravilla.
Ya era hora de descansar un poco bajo esos toldos amarillos, pero Carlos Sadness, no sabemos muy bien cómo, hace que te levantes y empieces a girar con una mano arriba. Además no dio mucho tiempo a descansar porque Varry Brava ya entraba solapándose con particular personalidad e influencias ochenteras.
Por fin el calor bajaba la guardia para dar paso a Loquillo, y qué queréis que os diga, me gustó ese punto y aparte del festival. Cambiamos de registro, nos peinamos el tupé y lo dimos todo! Llegando al final ya se veían a los fans obsesionados por las primeras filas para no perderse a Love of Lesbian.
Permitirme aquí un poco de subjetividad, pero el set list no sorprendía y los mismos rituales de siempre (chunda chunda) hacían a los más resabiados que no sintieran ese hormigueo que otras veces se deja sentir, me faltaron disfraces y pachachería ahí arriba.
Todo volvió arriba con León Benavente, creo que a día de hoy es uno de mis preferidos para levantar la noche y que se me implante la total actitud gamberra. Con Grises finiquitaba la noche en cuanto a grupos puestos en escena para después pasar al pincha y mezcla de la mano de Les Castizos, simplemente geniales.
El Interestelar es uno de esos festivales en el que el día no tiene porqué acabar otra vez de día, y que invita a aprovechar el día siguiente en la ciudad. La distancia del centro de la ciudad al recinto no es sobredimensionada, además, por fechas te puedes cruzar con todo tipo de cosas… como una charanga de despedida de soltero, ¡por ejemplo!
La de nuevo calurosa tarde del sábado comenzó con Guadalupe Plata, Veintiuno y Corizonas. Yo esperaba con ganas a Apartamentos Acapulco, siempre me hacen regresar a ese sonido planetario…
Tremendas ganas tenía de escuchar a L.A. en sus nuevos directos, mucha más fuerzas y hasta diría actitud «social». Atrás quedó esa timidez y esta vez pudimos disfrutar mucho más de ellos =) .
Seguidamente, en el escenario Cruzcampo comenzaban La Habitación Roja, mezcla de sus clásicos y el último disco. Nada más terminar ya estaban Second preparados en el escenario siguiente con un Sean Frutos que como siempre, lo dio todo.
Ya caída la noche se dejaba ver una gran iluminación en uno de los escenarios principales, mezcla de luces verdes y penumbras… los fanáticos de Los Planetas mantenían sus puestos para la gran puesta en escena. Una vez más, para mí, una gran elección de temas y el orden de éstos, con una Angelina Herrera (Apartamentos Acapulco) que ocupaba la voz de La Bien Querida en Espíritu Olímpico.
Llegó el momento de la locura, he de decir que nunca fui super fan de Sidonie, pero es que últimamente sin saber cómo, hacen que se me suelte un pequeño cable y entre en un estado de incendio total.
Quedaban ganas de bailar y las pudimos exprimir con Fangoria y mezclarlo todo con una dosis de éxtasis de la mano de Elyelladjs.
No sé vosotros, pero yo el año que viene ¡repito! Destacar el público y ambiente, gente que realmente quería disfrutar de la música.