En lo más íntimo de Xoel
Nos abrió su corazón en un concierto íntimo, tranquilo y diferente. Vimos su transparencia como nunca.
Todos expectantes en el Teatro Cervantes de Málaga, que se llenaba poco a poco. En unos minutos –decían por los megáfonos- salía Xoel López al escenario. Esta vez venía solo, sin banda, pero nos sorprendió. No necesitó a la banda para nada: con una española, una acústica, una eléctrica y un piano alternando sonidos con una pandereta –en el pie izquierdo-, un bombo –en el pie derecho-, una pedalera y un “micro friki” que distorsionaba su voz para hacerse sus propios coros. Así nos sorprendía el gallego una vez más, toda una banda reducida a una sola persona.
Arrancaba el concierto con “Antídoto” uno de los temas de su último disco Paramales. El músico se disponía a ofrecernos un concierto íntimo, diferente y muy personal, y así fue. Durante las más de dos horas, en el Cervantes se tocaron temas de toda la trayectoria del gallego: desde Deluxe, hasta sus últimos trabajos y pasando por Lovely Luna. Hasta nos sorprendió improvisando letras de los Beatles, de Queen y hasta nos emocionó con una versión que hizo de un poema de Lorca, de la Canción de Jinete.
Venía dispuesto a tocar temas que nunca tocaba, para ofrecernos algo diferente, para no ceñirse al setlist de siempre; para llegarnos al corazón.
Tras los primeros temas que sonaron, se sucedieron algunos como “Quemas”, de Deluxe, que tocó a ritmo de guitarra española, y otros como “De vino y espejos”, que nos emocionó aún más si cabía, pues sentado al piano y con sonidos desgarradores cantaba versos como “Tengo que reconocer, debo admitir, en esta noche amarga, de vino espejos, que alegría solo es algo que desaparece y regresa, que regresa y se desvanece”. Tras emocionarnos, nos hizo vibrar con algún tema de Atlántico como “La boca del volcán” o “Hombre de ninguna parte”, que ya iban animando al teatro que, en todo momento, permaneció sentado respetando en todo momento a Xoel, que en el escenario permanecía imperante. Los asistentes se mostraron respetuosos y dejaron al gallego todo el protagonismo, escuchando atentos y emocionados en más de una ocasión.
Con Xoel anoche viajamos a Galicia con sus temas de Atlántico, pero también a Buenos Aires e incluso a Nueva York. Para Xoel no hay fronteras, porque la música no entiende de eso.
La noche avanzaba con otros temas acompañados de palmas como “A serea e o mariñeiro”, un tema en gallego incluido también en su último disco. Además, Xoel improvisaba una versión propia de “Yo vi un hombre desaparecer” a ritmo de soul que se le había ocurrido llegando a Málaga gracias a una canción recomendada de Spotify de los años 50, decía entre risas. Con Antonio Pérez a los coros –banda que le acompaña siempre-, Xoel nos deleitaba con “Caracoles”, un tema personal e incluso romántico con frases tan mágicas como “Cuando los días se vuelven como un laberinto de mierda, abre sus brazos como dos alas blancas y me hace volar”.
Entre anécdotas personales, lecciones de música, ritmos nuevos, una puesta en escena diferente y un concierto único, Xoel se despedía pero con ganas de volver. El público, entonces, se levantó con ganas de más y le aplaudió durante 4 minutos tras los que, por fin, decidió volver a cantar el himno de su carrera en solitario, la canción que todos esperábamos: “Tierra”. Ninguna tan mágica como ella para despedir un concierto de Xoel, o eso creíamos, pero nos sorprendió con un par de temas más entre los que destacaba “Todo lo que merezcas”.
El concierto terminaba tras dos horas con “De piedras y arena mojada”, un tema del primer disco de Xoel en solitario que hizo que todo el teatro se levantara por fin, tras dos horas sentado, a despedir al gran músico gallego entre bailes atlánticos. A despedirle pidiéndole que volviera pronto, porque siempre deja una huella imborrable en los corazones de los que le escuchan.
Nos sorprendió gratamente Xoel. Vino solo pero más completo que nunca y nos abrió su corazón; nos contó historias de su infancia, de su juventud, de sus anteriores proyectos musicales, de su vida como artista. Nos emocionó y se coló aún más dentro de nosotros.
El jueves el Teatro Cervantes de Málaga soñó despierto con Xoel, un experto en hacer con su música nuestros sueños realidad.